jueves, 14 de enero de 2016

EL ESPECTÁCULO COMIENZA

De vuelta, tras pasar el tiempo electoral, me encuentro al leer, escuchar y ver las informaciones que hay un consenso generalizado en relación a cuál es la noticia del día.  Y, casi, todos los diagnósticos que se hacen coinciden. Todo gira entorno a la toma de posesión de los diputados y senadores en las Cortes Generales. Parece que hay unanimidad en la observación. Un grupo minoritario decidió, enfadado por no haber tenido conseguido acuerdos y tampoco el respaldo de los ciudadanos como esperaba, ser protagonista. Para ello recreó un show con un guión bien estructurado con niño incluido, (siempre un niño hace que la ternura se acreciente). Posiblemente hoy estarán satisfechos, y se dirán entre ellos con alegría desbordante "objetivo cumplido". Y tendrán razón en su particular análisis, pues demuestran que lo de preocuparse por los problemas de la gente es accesorio, que lo importante es el espectáculo. Y como ese era su objetivo se cumplió con creces, vistos los medios de comunicación.

Ahora bien algunos medios y tertulianos tienen diferentes argumentos y definen lo visto de distintas formas. Algunos le quitan importancia, otros los aplauden, algunos critican. No quedo indiferente el personal. Yo creo que fue importante lo ocurrido.

No estoy de acuerdo con algunas afirmaciones que dicen que lo ocurrido sea por el infantilismo político del neófito, al contrario creo que forma parte de otra vertiente de su estrategia, de una táctica de comunicación destinada a recrear en España las actitudes de los parlamentos que a veces salen en las televisiones por sus ocurrencias o singularidades. Parlamento espectáculo, donde la noticia es el esperpento y no la política propuesta.  La agitación permanente.

Decían en campaña, intentando que nos olvidásemos de Grecia y los países bolivarianos, que había que mirar más para Dinamarca. Estoy seguro que en toda la historia parlamentaria de ese país nunca sus diputados dieron semejante espectáculo en sus tomas de posesión, promesas incluidas. Como tampoco suele ocurrir, más allá de puntuales y minoritarios diputados que necesitan visualizarse, en el resto de los hemiciclos de las democracias asentadas y modernas. Cuestión de formas. Normalmente las formas igualan y permiten los encuentros.

Pues nada es casual. Todo lo observado es fruto de sus teorías de agitación permanente para desestabilizar todo lo que no sea producto de sus ideas, pues piensan que es la mejor forma de combatir y confundir al adversario.

Ayer su objetivo con motivo de la constitución del Congreso era deslegitimar al nuevo presidente del Congreso, poner en solfa al resto de los grupos, alterar el normal desarrollo de la sesión con sus variopintas, y estériles, fórmulas de acatamiento, agitar y confundir. ¡Que menos podían hacer quienes llevan dos años diciendo que hay que derribar el orden establecido! Por ello terminar llorando a la salida en una "casual" y espontánea manifestación acerca de "si se puede" era el normal epílogo a ese guión. Lo lograron.

Dos interrogantes podríamos poner sobre la mesa  ¿La gente normal, como suelen ellos decir, se comporta así en las instituciones? ¿Muchos de sus votantes estarán de acuerdo con lo sucedido o empezaran a tener cierta perplejidad y comenzaran a pensar en la utilidad del voto que les dieron?

Y una pregunta final y muy importante: dejando a un lado el espectáculo para singularizarse ¿están dispuestos a dar su apoyo a un presidente socialista o van a permitir que esta partida la gane el PP?

Termino con lo del día de ayer, dejando que en mi retina quede impresa lo que considero la foto del día. Convencido además que es la que la mayoría de la gente consideraría la normal de esa sesión constitutiva. La foto donde sale la felicitación a ‪#‎PatxiLopez‬ el nuevo Presidente del Congreso.

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