viernes, 13 de noviembre de 2015

Son los votos, Mas.

Se puede utilizar perfectamente la celebre frase de Clinton, en su primer debate presidencial, "es la economía, estúpido". Basta cambiarla a  "son los votos, estúpido", para reflejar lo que se juega por debajo de la mesa en Cataluña además del órdago secesionista.

Si a la confrontación ilegal, excluyente y provocadora de un parte de los partidos catalanes hay que contestarle con la contundencia de las leyes, sin partidismos, con unidad y con cintura política y diálogo, "unidad, legalidad y política" como muy bien ha dicho Pedro Sánchez, no debemos tampoco dejar pasar otros movimientos colaterales que a rebufo de esta cuestión nos intentan colar.

Tuvimos ocasión de deleitarnos, y comprobar estas tácticas de distracción, con la interpretación de Robert de Niro y Dustin Hoffman en la excelente película dirigida por Barry Levinson "Whag de dog" estrenada en España en 1997 como " La cortina de humo", en Argentina "Mentiras que matan " y en el resto de Latinoamérica como "Escándalo en la Casa Blanca" aunque queda mejor "La cola mueve al perro" que fue como se conoció en el mundo anglosajón. A modo de resumen, y no hacer un "spoiler", diré que describe todas las artimañas de un asesor presidencial, a la sazón Robert de Niro, para tapar los escándalos de un Presidente imaginario de Estados Unidos a escasos meses de sus elecciones, e intentar ganarlas.

En el señuelo con el que Mas distrae, y confronta, hay otra variante. La búsqueda de los votos para tener más poder en el próximo Congreso de los Diputados, de la misma forma que buscó más votos para gobernar la Generalitat sin necesidad de pactar, y que no pudo alcanzar en las pasadas elecciones autonómicas. Por eso estirará toda esta confrontación hasta las elecciones generales, sabiendo que encontrará un compañero de viaje al que también le conviene la confrontación para sacar votos en el resto de España. Un compañero dispuesto a escenificar que solo él y un gobierno del PP puede pararlo. Se necesitan y lo saben. Y con el doble objetivo los dos, que nadie hable de sus problemas con la justicia, de los recortes en la gestión educativa o sanitaria, de las mentiras, de la nefasta gestión de sus gobierno. Mientras se habla de fiesta no se habla de comer. Mientras nos enfrascamos en independencia sí, independencia no, pasa la campaña y no nos enteramos, o nos hacen olvidar, que lo que hay que hacer es cambiar a estos dos gobiernos y parar sus políticas de derechas y retrógradas.


Son los votos para intentar seguir al frente de los gobiernos, lo que buscan con afán Mas y Rajoy.

Para Convergencia el tema va de conservar el poder, y de más capacidad de negociación. Va, al final y exclusivamente, de salvar a Mas y al partido. 

Y para el PP, en el resto de España, tener argumentos y nuevos aires para el soldado Rajoy. Va de intentar salvarlo en la contienda electoral.

 "Whag de dog". La recomiendo.

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