lunes, 13 de octubre de 2014

Píldoras

Suelen ser pequeñas, para que se traguen bien. Las píldoras.

Así que, a manera de píldoras, cuatro reflexiones.

El Ebola. Todo sanitario está, más que el resto de la población, expuesto al contagio de las enfermedades que trata. Para evitar al mínimo esta posibilidad, está la prevención. Aquí ha fallado. Desde la decisión política de desmantelar un centro de referencia mundial en la investigación y tratamiento de enfermedades infecciosas, el Instituto Carlos III, hasta la ya conocida chapuza en el posterior seguimiento de los casos, que hasta ahora tuvimos en nuestro país. Hoy, en una entrevista, el ministro Margallo dice que era una obligación repatriar a los enfermos españoles con Ebola. Se olvida decir, a renglón seguido, que la misma obligación era tener todo previsto. A la vista está que no. Y además nos dicen que todo se está haciendo correctamente. Una simple visión de lo que están haciendo otros países deja sin defensa esa afirmación. Pero la píldora nos la hacen tragar.

Ha dimitido Gallardón. Y solo conocemos que lo hace porque el Gobierno consideró que la ley, que restringía el derecho de las mujeres a su maternidad no tenia el consenso social. Durante su tramitación por los órganos consultivos no paró de defender que esta ley se hacia por un problema de moral, de defensa constitucional del "nasciturus" y una adecuación a las normativas de la ONU para defensa del más debil. Y en una rueda de prensa nos traslada que el gobierno la retira porque considera que una legislación de estas características necesita el consenso. Obvia que todo lo dicho anteriormente es inviable con lo afirmado en la rueda de prensa. La píldora que nos hacen tragar viene envuelta en calculadas reflexiones electorales contrarias a los intereses del PP.

Mas se acerca a lo esperado. Y Rajoy también. Uno envuelto en una defensa a ultranza de la legalidad y  Mas y los independentistas envueltos en la épica. Los dos van a alcanzar el rédito buscado. Esta píldora que nos hacen tragar es casi una cápsula, por su tamaño. La han conseguido alimentando la hoguera de los agravios y una nueva vuelta de tuerca al irredentismo para seguir teniendo fuerza electoral, por un lado. Y en el otro camino, le ha servido al PP para alimentarse, electoralmente, en el resto de España entre sus votantes y, otra vez de forma clara, desentenderse de su resultado electoral en Cataluña. Conoce su escasa, y recurrente, implantación electoral en Cataluña. Esta píldora que nos hacen tragar tiene como excipiente, edulcurante, la fortaleza del Gobierno y la huida sin control de Mas. Cuando la realidad del envoltorio están en las calculadas acciones electorales del PP y de CiU-ER. El uno apuesta por cohesionar entorno a un conflicto, alimentado a lo largo de los años, a sus votantes en el resto de España y los otros por aglutinar, entorno a un nuevo agravio, el voto sin tener que explicar el resultado de su gestión de gobierno. Los dos contentos en que siga el "maremagnum".

Recuperación económica. El mantra recurrente en el discurso de los últimos días. Esta píldora lleva de excipiente palabras huecas y de agentes activos productos que han provocado menos horas trabajadas, caída salarial, menos exportaciones, menos consumo interno, retroceso en la actividad industrial y paro mantenido en cifras mayores que en el 2011. Nulo excipiente balsámico para tanto efecto negativo de los componentes de la píldora.



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