LOS SABIOS Y LOS TÍTERES

 Dijo el sabio mayor "no dejamos títere con cabeza". Se refería, el titular que recogía esa expresión, a las consecuencias de los informes enviados al Gobierno acerca de la reforma fiscal. Menos mal. Por momentos creí que relataba algún tipo de conflicto con consecuencias devastadoras o que se había producido una purga de consecuencias dramáticas para los funcionarios  de hacienda.... 

Leída la totalidad de la información la inquietud desapareció en relación a los funcionarios de hacienda, o a la existencia de un conflicto no conocido, pero se acrecentó acerca del futuro fiscal que se pretende implantar en España.

Podía decirse que como pertenezco al partido de la oposición critico el informe por definición, pero no creo que este sea el caso. A los hechos me remito, una de las medidas propuestas ni llegó a tener la posibilidad de ser meditada por el actual ejecutivo, en menos de 24 horas fue desechada. No me extraña. Decir a los españoles que se quería computar como ingreso de sus rentas parte del valor catastral de la vivienda habitual era mentar, como minimo, a la bicha.  En un país donde la propiedad es la práctica habitual ni el gobierno encontró sensatez a la teoría de estos sabios, también es cierto que poco conocimiento es preciso para darse cuenta de la impopularidad de esta medida. ! Siempre se dijo que los sabios viven en las nubes!

Pero lo más importante del informe remitido al Gobierno, son los argumentos que le da para la desaparición de la fiscalidad progresiva.  Hablar de fiscalidad y no apostar porque deba ser progresiva es vivir alejado de lo que es un mandato constitucional que, con más o menos intensidad, se ha cumplido desde 1978 hasta la fecha. A estos sabios parece, leído el informe, que les gusta retorcer el concepto de progresividad.

Potenciar los impuestos indirectos como la mayor fuente de nuevos ingresos, en detrimento de los rendimientos del trabajo, los empresariales o las rentas del capital no solo es desvirtuar este mandato constitucional es, también, trasladar a la fiscalidad la ideología del gobierno conservador del PP. 

Por supuesto que no le niego al Gobierno, al igual que hizo con la sanidad, la educación, la dependencia o hace unos días con la seguridad, implantar con sus medidas su ideología. Eso se soluciona con los votos en próximos procesos electorales. Y por el mismo derecho que les doy, me parece que debemos dejar bien claro que sus decisiones no buscan el interés general, buscan el efecto en la sociedad de su proyecto ideológico. Como los de la socialdemocracia, que son otros y también legítimos.

Por eso no han presentado una propuesta de reforma fiscal neutral. La propuesta presentada es de derechas, conservadora y antigua.

Es idea  recurrente de los economistas conservadores que si hay más dinero circulante, porque se paga menos por IRPF, se consumirá más y como consecuencia se crecerá más. Se producirá más, y como se crecerá más habrá más empleo. Y, por consiguiente, los efectos de los impuestos indirectos sobre la totalidad de la población serán mínimos. Por ello la subida del IVA será neutral ¿os suena? Un repaso de nombres Reagan,Thatchert, Bush seguro que traerá recuerdos de cómo se desequilibraron socialmente esas sociedades, como perdieron servicios públicos y los problemas económicos que generaron similares medidas....

Menos impuestos parecen las dos palabras mágicas. ¿Recuerdan aquella frase de Reagan?: "los contribuyentes no se dan cuenta que son funcionarios del gobierno pero sin presentarse y aprobar ninguna oposición". Para la derecha los impuestos es algo innatural. Por ello siempre están dando vueltas para conseguir disminuirlos. Antes lo hacían con suculentas deducciones fiscales e instrumentos que propiciaban bajas fiscalidades. 

Ahora, en España, encontraron dos formas para conseguirlo. Los recortes del Estado de Bienestar, es decir menos gasto, y este informe de sabios que avala quitar progresividad, disminuir ingresos directos y aumentar los indirectos, es decir "socializar" las necesidades de ingresos sin tener en cuenta los niveles sociales y de rentas.  

Y no quieren reconocer que el futuro de la fiscalidad está, en España y en Europa, en acertar que impuestos se deben suprimir, o bajar y cuales potenciar para conseguir lo que quieren los ciudadanos, trabajo.

 A ello se deberían dedicar los sabios, pero como ya se sabe que "viven en las nubes"  y "no dejan títere con cabeza" les salen estas cosas tan "extrañas".