sábado, 11 de enero de 2014

¨ No¨ es el titulo de una película chilena rodada en 2012. La están pasando estos días en un canal de televisión. Es una película de Pedro Larraín, fue candidata al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa en 2013. Narra los acontecimientos ocurridos en Chile en 1988 y, entre otras características, se destaca porque fue filmada con una técnica que daba gran realismo a las imágenes. Permitía que se confundiera, deliberadamente, lo que era ficción con imágenes reales de esa época, una técnica en soporte de vídeo. A pesar del tiempo transcurrido del tema objeto del guión, el referéndum de Pinochet de 1988, me provocó una sensación intensa y fuerte. Por un lado rememorar aquellos momentos que traspasaron las fronteras chilenas posibilitó recuerdos juveniles y por otro lado me vino a la mente una reflexión sobre el futuro.

Como decía el guión desarrolla el proceso electoral del famoso referéndum de Pinochet.  Referéndum propiciado por la dictadura pinochetista para mantenerse en el poder, inventando una recomposición "democrática" de su dictadura.

Pedir el SI era mostrarse favorable al proyecto de futuro de Pinochet, con la consiguiente continuidad del dictador al frente de la Presidencia de Chile. El NO era la apuesta de toda la oposición democrática a esa reforma legislativa y de paso abrir Chile a la democracia. Era interesante deleitarse en las vicisitudes planificadoras buscando obtener el mejor relato electoral. Y curiosa las situación del denominado ¨polo de la oposición¨ en donde confluían muy diferentes partidos políticos y también chilenos de diferentes edades. Y también, muy significativo, observar la seguridad que tenían los partidarios de Pinochet en el éxito del SI y lo alejados que estaban de la realidad que se movía en las calles y familias chilenas.

Por supuesto que la película nada tiene que ver con la actual situación española, donde tenemos una democracia plena. Por ello este post, surgido de la contemplación de la película, no intenta hacer ningún paralelismo político o institucional. Lo escribo al observar como daban vida, en sus espacios electorales, a las bondades del SI y las del No.  Pues me vino a la mente la idea, posiblemente ingenua, de como podrían ser los argumentos de las campañas electorales en las elecciones generales de 2015.

Y puestos a ello, jugando con la imaginación pero también observando lo que escuchamos diariamente en los relatos del Gobierno, no me extrañaría que unos se dediquen a poner sobre la mesa, fundamentalmente, los resultados económicos y poner en valor el final, !ojalá!, de la crisis. Un relato donde se haga hincapié en, en la mejora de la economía, la inversión extranjera, la seguridad de un gobierno fuerte, la tranquilidad para las instituciones económicas, la fortaleza del país, el trabajo realizado, no perder la oportunidad de seguir avanzando, la disminución del paro, la subida de la bolsa, los datos macroeconómicos.....

Así hicieron los que publicitaban el SI. Basaron, todo, en lo bien que estaba, en ese momento, Chile para destacar, luego, que no se podía perder ese rumbo. Por eso era necesario el SI, decían.

Los que apostaban por el No relataron un país necesitado de consenso, de alegría, de solidaridad, de modernidad, de integración, de colores, de esperanza, de dificultad, de talante, de investigación, de educación, de porvenir, de personas, de familias, de sentimientos, de avances, de derechos... Que eran más. Y que era necesario NO +.

Ganó el NO. Así acabó la película y eligieron un nuevo Presidente.

Recomiendo verla.


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