Decíamos ayer que la situación del País era preocupante. Para las clases medias y las mas desfavorecidas. Esta afirmación está vigente.
A pesar de las palabras del sábado del presidente del Gobierno en Soutomaior, en Galicia.
Ni el Gobierno, del que presume, tiene una valoración positiva por la ciudadanía, ni las promesas, basadas en una incipiente recuperación, son creíbles, pues son las mismas de hace un año.
La situación sigue en el mismo punto.
Todos los datos económicos siguen siendo preocupantes. El déficit ya supero, ampliamente, el esperado en todo el año. El PIB sigue en datos negativos, en mayor intensidad que lo esperado por el Gobierno. La balanza de pagos es positiva provocado por la disminución de salarios, los despidos y la caída del consumo interno y no, como debería ser, por la competitividad ganada por inversión en innovación y tecnología. La banca, a pesar del rescate, sigue sin poner en circulación el dinero suficiente para que los particulares y las empresas tengan fuelle para consumir, invertir, arriesgar en sus proyectos. Y la subida de impuestos , tasas y precios sigue dificultando a las familias llegar a fin de mes.
Los datos sociales mantienen la tónica de los últimos meses. Aumentan los costes para las familias en educación. Lo mismo hacen las prestaciones farmacéuticas y médicas. Las necesidades de los dependientes se solucionan con sus propias rentas. Y los costes de los servicios básicos siguen incrementándose.
El nuevo curso político comienza con un mayor déficit de transparencia parlamentaria, con los problemas del PP enquistados y con una preocupante utilización del rodillo parlamentario .
Y soplan vientos que presagian que la actitud del Gobierno, y su grupo parlamentario, a las razonables demandas de la oposición seguirá igual, provocando en la sociedad un hartazgo, preocupante, contra los partidos políticos y el Parlamento.
En el mismo punto que lo dejamos ayer......
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