lunes, 11 de febrero de 2013

Carne de caballo

 La industria alimentaria parece que está teniendo ciertos problemas de credibilidad. Cuando mas reglamentaciones existen y, casualmente, se levantan voces que quieren bajar el grado de información al consumidor disminuyendo datos en la procedencia en el etiquetado, aparecen informaciones que ponen en duda esos controles.

Hoy la noticia se refiere al uso de carne de caballo, que nada tiene de mala para el consumo, etiquetada como de ternera. Supuestamente pasando todos los controles de la moderna industria alimentaria europea.

A mi entender el problema reside en el curioso camino que esa carne siguió en su comercialización desde su origen al consumidor: la carne llegó a una fabrica de Luxemburgo,procedente de una industria de procesamiento francesa que a su vez la compró a un tratante de Chipre, que lo había comprado en un matadero rumano y que subcontrató la operación a otro comerciante con base en Holanda, según informa @elpais.

De entrada sorprende el alto valor añadido en ganancia que está teniendo el mercado de los alimentos precocinados que permite soportar semejante ¨viaje¨ empresarial. Y la alta frecuencia de fallos en los controles alimentarios. Cuestiones, las dos preocupantes.

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