Estamos observando un gran movimiento mediático y de interés en los preparativos del Cónclave que elegirá al que es, posiblemente, el líder espiritual con más influencia del planeta.
Quizás será el Cónclave mas global de la historia, lo facilitaran las redes sociales. A lo que se sumará la cobertura tradicional, radios y televisiones que será amplísima. Ya lo estamos observando.
Muchos retos esperan al nuevo Papa, retos internos y externos. De los internos me ocupare en otra ocasión.
Hoy me gustaría introducir, con brevedad, cuatro externos que, sin duda, necesitaran afrontarse con valentía y decisión por el nuevo Papa y su renovada curia.
La igualdad en el trabajo religioso, doctrinal, litúrgico, etc entre hombres y mujeres cuya vocación es la vida religiosa.
El celibato y la capacidad de contraer matrimonio para los que adquieren el ministerio sacerdotal, cualquiera que sea su orientación sexual.
Las respuestas doctrinales acordes a los nuevos avances científicos.
Y por último una disyuntiva. Abrirse a una sociedad moderna con nuevos objetivos e ideales, o encerrarse en conceptos de dudosa utilidad para las necesidades espirituales y cotidianas de millones de seguidores de la religión católica.
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