Ahora ya en el gobierno la vuelven a utilizar y le añaden la desligitimación continua de la oposición como alternativa de propuestas. El último ejemplo lo vemos en la contestación que el PP hace para evitar la necesidad de blindar los pilares básicos del estado de bienestar en el siglo XXI, con una reforma constitucional que los ampare como amparó otros derechos la actual, simplificando la ecuación propuestas gobierno-alternativas oposición con desligitimación del oponente per se y realizando el discurso de que son los garantes del sistema de bienestar social por sus reformas.
Difícil ecuación para desenmarañar que exige incrementar la pedagogía desde la oposición y empezar también a triangular los mensajes para restar efectividad a la labor propagandística del actual Gobierno.
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