Normalmente las personas suelen tener una diuresis diaria (emisión diaria de orina) entre 800 cc. y 2.000 cc., dependiendo de la ingesta de líquidos. Salvo que tengan algún trastorno que afecte al sistema renal. También está demostrado que el corazón bombea, aproximadamente, 4.800 cc. de sangre por minuto. No son datos que aparezcan entre las principales noticias diarias, semanales o mensuales. Son datos que igualan a todos los hombres y mujeres.
Pero al ritmo que aparecen detalles sobre lo que realizan algunas personas, un día de estos nos encontramos en que es noticiable, y por ello objeto de atención de que ellos, también, emiten esa cantidad de orina todos los días y el volumen de sangre bombeado desde su corazón corresponde a esas cifras.
Me ha venido a la mente estos datos, que por ser totalmente aceptados no son objeto de ninguna atención, porque últimamente aparecen informaciones en relación a otros signos poniéndolos como novedad cuando son de igual o similar cotidianidad.
Por ejemplo adquirió relevancia que ciertos compatriotas que ahora trabajan en Europa, tributaran por sus rentas europeas en España, sin luego añadir que eso lo vienen haciendo, por poner un ejemplo, los representantes de otros colectivos que trabajan en instituciones públicas europeas por las rentas de sus trabajos.
Siguiendo con los salarios. Leí con atención otro dato referido al de unos trabajadores españoles en instituciones europeas. Decían que cobrarían todos sus emolumentos, como es obligatorio por el reglamento de su empresa, pero una parte de él lo donarían a diversas organizaciones, empresas, instituciones. Es decir, a quien les dé la gana.
Incluso salió una referencia acerca de que uno de ellos lo iba a dar a una empresa privada de comunicación televisiva. Oí que alguno lo ponía en valor como una novedad, incluso como un acto de compromiso, sin darse cuenta que posiblemente muchos otros hacen lo mismo con sus ingresos, en similares condiciones de contrato. Y nada dicen.
También escuché, destacado, en algunas tertulias que tenemos en las diferentes televisiones, que un grupo de estos trabajadores vivirán juntos en un piso para ahorrar. Y que otros han optado por hoteles de extrarradio pues dicen que son más baratos.
Este último dato dejará perplejos a decenas de trabajadores españoles, que se esmeran en buscar las mejores tarifas para sus pernoctaciones y no se hayan dado cuenta de que es un activo a tener en cuenta en sus valoraciones personales.
Podría hablar, en este caso, de diputados y senadores españoles que duermen en hoteles y hostales de dos o tres estrellas y nunca se les ocurrió exponerlo públicamente o hacer de ello una característica personal. ¿Se habrán equivocado en no hacer de ello política?. ¿Les habrá pasado desapercibido como una forma de poner en valor su acción pública?. ¿ A partir de ahora será parte fundamental de su actividad política?.
Pero volvamos a la fisiología, disciplina que explica el funcionamiento del cuerpo humano desde unas bases científicas. Explica que ciertas funciones nos igualan, salvo alteraciones de la salud. Pues de no hacerlo pensaría que ha surgido una nueva especie.
Y un día nos demos cuenta, porque alguien pone el énfasis en ello y nos lo cuenta solemnemente, que aunque parezca que es poco cada vez que lo hacemos, al final del día emitimos entre 800 y 2000 cc. de diuresis y bombeamos, nada más y nada menos que cerca de cinco litros de sangre por minuto desde nuestro corazón. Será en ese momento una gran noticia. Y habremos perdido la oportunidad de decirlo nosotros.
O quizás sea la cosa más simple y lo que ocurre es que la vieja máxima de que la noticia es el niño que muerde al perro y no el perro que muerde al niño, sigue vigente. Y no consiga acostumbrarme....
Por eso vuelvo cada vez más a releer mis manuales de fisiología para ayudarme a reflexionar.
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