Rajoy, el de los "hilillos de plastilina", no es ejemplo de un gobierno prudente y valiente. Y menos con capacidad de hacer feliz a los españoles aplicando los recortes de Núñez Feijóo

Javier Losada ha criticado que Mariano Rajoy no se ruborice al anunciar en A Coruña que encabezará un gobierno “valiente y prudente”, todo lo que contrario de lo que demostró cuando estuvo al frente de la catástrofe del “Prestige”. Es una tomadura de pelo a los coruñeses que quien calificó la marea negra como “hilillos de plastilina” sea el mismo que ahora se ofrece para dirigir un gobierno que ni fue valiente para afrontar la gravedad del desastre ni prudente a la hora de tomar decisiones.

El cabeza de lista del Partido Socialista al Senado ha lamentado que Rajoy se presente como un candidato que sabe comportarse en momentos difíciles, a pesar de que todos los coruñeses y gallegos recordamos que cuando ocurrió el desastre del “Prestige”, y fue un momento difícil, no tuvo precisamente un comportamiento ejemplar, mintiendo a los ciudadanos e intentando ocultar la magnitud del daño que sufrían las costas.

Tampoco ha demostrado Rajoy que sea capaz de tomar decisiones cuando las cosas se complican, a pesar de lo dicho por el candidato popular, y basta recordar su actuación ante la marea negra, que una tras otra cada decisión fue empeorando la situación de un barco a la deriva, primero; un barco hundido, después; y unos “hilillos de plastilina” que dejaron la costa gallega cubierta de un manto negro por mucho que algunos las viesen ·esplendorosas”.

Javier Losada, además, considera que Rajoy es garantía de cualquier cosa menos de hacer feliz a la gente, y menos si para ello pretende seguir el modelo Feijóo, que está fracasando estrepitosamente, tal y como demuestran los números. Su política de recortes ni mucho menos está favoreciendo la creación de empleo ni la garantía de unos servicios públicos de calidad.

Si el modelo de Rajoy para hacer felices a los españoles es hacer seguidismo de Feijóo mal vamos: el paro crece en Galicia el doble que en España, y la deuda se ha incrementado vertiginosamente, de tal forma que la Xunta de Feijóo se ha endeudado tanto como en los 25 años anteriores.

Por tanto, con Feijóo y Rajoy está garantizado más paro, más deuda y más recortes, menos servicios, menos crecimiento y menos inversión.